18 de junio
No es al pedo que haya iniciado la escritura de este blog un 18 de junio. Más bien la idea sobre la realización lo tenía marcado en la lista de pendientes desde hacía mucho tiempo. Pero hoy, da la casualidad, o no, de que se cumple aniversario de la muerte de mi abuela Margarita, 25 años de aquel 1998 en la mañana donde mi madre me comunicaba el fallecimiento.
En la misma fecha, pero unos cuantos años más, 2007, mi hermano tiene un accidente en la moto, en la madrugada (quizás en el mismo horario que falleció nuestra abuela) donde, días posteriores, nos enteramos que había perdido la visión de su ojo derecho.
Hoy, mientras comenzaba con las entradas del blog, este lugar donde voy a comenzar a escribir de forma más habitual y donde verán la luz una serie de crónicas que tendrán que ver con el invierno, el frío y sus paisajes florales y fáunicos, pensaba en la casuística de emprender justo hoy esta transformación de lo negativo en positivo, de transmutar la energía.
Sobre este arte mi hermano me está dando cátedras cruzando la mitad de Latinoamérica en bicicleta, con sus miedos, sus temores y con un ojo menos. También marcar que su bicicleta se llama “Marga Felis”, el nombre de nuestras abuelas. Sobre ellas estuve escribiendo este último tiempo, de la cual ya aparecerán los textos correspondientes. No es cuestión de apurarse demasiado.
Por lo pronto, este pequeño bautismo del blog, es comienzo, este augurio de letras y sentidos.
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