¡Bienvenido invierno! ¡Bienvenido Jorge Saeta!
¡Bienvenido invierno! Cuando llega el invierno mi estado de ánimo se sumerge en la superficie de un cielo gris. Camina por sus recovecos y desciende a sus calles empozadas. Lo único que desea es estar acostado, leyendo, dejando pasar el tiempo hasta que la claridad habilite el pasaje a un clima agradable y por fin sea meritorio abrir las ventanas para que el sol pueda desprender los hongos negros del techo. Mi estado de ánimo tiene nombre y apellido: Jorge Saeta. Su origen es arbitrario, apareció como seudónimo en algún momento y fue quedando adherido a las cosas de mi vida. Así que ahora será un alter ego que me acompañará a escribir estas crónicas de los inviernos que se avecinan. Mi yo se tiene que hacer cargo de otras cuestiones, como cuidar y proteger a mis hijas. Jorge será una forma de exteriorizar todo aquello que no quiero que corresponda a mi persona. Lo presento en sociedad para dejarlo asentado como autor de las crónicas invernales y que ustedes sean testigos de ...